LA FIEBRE DEL AJEDREZ (1925)


Puede resultar extremo decirlo, pero el ajedrez siempre ha estado cuando lo he necesitado. Estar con la gente que quieres y te quieren, no significa que descuidemos la intimidad de nuestro pensamiento. Eso significa para mi el ajedrez. Un espacio físico y mental donde relajarme. Alejarme de los problemas cotidianos. Una especie de fuga, una manera de encontrarme y aprender a conocerme. Si habéis visto a gente jugar al ajedrez presencialmente (no online) veréis como la mayoría de veces los jugadores miramos la posición de los trebejos y el tablero sin dirigir nuestra vista al rival. El motivo es sencillo. No importa el contrincante, sino lo que está ocurriendo en las 64 casillas. Las apasionantes posibilidades de juego son infinitas. En realidad jugamos contra nosotros mismos. Tomar buenas decisiones, no precipitarse, mantener la frialdad y la calma incluso en situaciones límite, tener un plan y alternativas a los imprevistos, capacidad de análisis, aprender a mirar desde diferentes puntos de vista, ser capaz de pensar como lo haría nuestro contrincante; y sobre todo, aceptar con estoicismo, humildad y dignidad, si llega el zugzwang (en alemán "obligación de mover", de Zug, jugada o movimiento de pieza, y Zwang, coacción, obligatoriedad, pronunciado [tsuːktsvaŋ]) - es una posición de la partida en la que estás obligado a mover, pero cualquier movimiento supone un empeoramiento notable de tus posibilidades, dejándote al borde de la perdida - son algunas de las virtudes y enseñanzas que conlleva la práctica de este noble y generoso juego que es el ajedrez. Por supuesto sin olvidar la superación que supone el deseo de mejorar para elevar nuestro nivel de juego constantemente y la aceptación con deportividad de la derrota.
"Las piezas de ajedrez son los componentes del alfabeto que da forma a los pensamientos; y estos pensamientos, además de hacer un diseño visual del tablero de ajedrez, expresan su belleza de manera abstracta, como un poema...He llegado a la conclusión personal de que mientras que todos los artistas no son jugadores de ajedrez, todos los jugadores de ajedrez sí que son artistas" Marcel Duchamp
"En la vida ocurre lo que en el Ajedrez. Trazamos un plan, pero ese plan está condicionado por lo que quiera hacer, en el ajedrez, el adversario, y en la vida, el destino.Las modificaciones que el plan sufre con ello son casi siempre tan grandes que en su ejecución apenas resulta ya reconocible en algunos de sus rasgos básicos" Arthur Schopenhauer
"En el Ajedrez, lo más importante no son el rey y la reina, sino los peones, el hombre" Fernando Arrabal
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